viernes, 11 de marzo de 2011

Alimentos que curan y alimentos que matan

Alimentos que curan y alimentos que matan

Alimentos que curan

En un mundo en el que se ha abandonado el cuidado de la alimentación y en el que proliferan los establecimientos de comida rápida, comida basura, compuesta por productos procesados, refinados y desnaturalizados, ricos en grasas animales y vegetales calentadas a altas temperaturas y productos cultivados en terrenos pobres en nutrientes, se hace cada vez más imprescindible volver a la alimentación natural. Debemos consumir productos lo menos procesados posible, sin conservantes ni colorantes, y de alto valor biológico, producidos sin utilizar sustancias agresivas, insecticidas, plaguicidas, herbicidas, abonos químicos, etc. Ello redundaría en una población más sana, y mitigaría las llamadas enfermedades de la civilización, colesterol, enfermedades coronarias, digestivas, diabetes, alergias y cáncer.

"Que tus alimentos sean tu medicina, que tu medicina sean tus alimentos". (Hipócrates)

* Aceitunas: Combaten el estreñimiento y los cálculos biliares. La olivas son capaces de disolver la arenilla y los pequeños cálculos de la vesícula biliar. Las sales minerales que contiene combaten la fermentación intestinal.

* Aceite de oliva: Reduce el colesterol y el riesgo de cardiopatías, rebaja los ácidos biliares y previenen la formación de úlceras. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el aceite puro de oliva está siendo adulterado en España con aceite de avellana y cacahuete, según denuncia presentada recientemente ante la Unión Europea por la Asociación Nacional de Envasadores de Aceites Comestibles.
* Ajo: Es ideal para los hipertensos. Reduce el cáncer de mama y de próstata y ralentiza la progresión de los tumores en personas que ya padecen la enfermedad. Facilita la irrigación sanguínea del cerebro, lo que protege del mal de Alzheimer e incluso del Parkinson y alivia los síntomas de depresión y fatiga.

* Alcachofa: Su consumo es beneficioso para el tratamiento de enfermedades del hígado.

* Albaricoque: Combate la obesidad y las náuseas. Los albaricoques convienen a las personas que necesitan un tratamiento al mismo tiempo tónico y depurativo. El albaricoque es alcalinizante y energético, facilita la regeneración celular y refuerza la resistencia del organismo. Además es rico en vitaminas A y C.

* Almendras dulces: Forma carnes saludables y neutralizan la acidez en la sangre.

* Apio: Limpia el organismo de toxinas.

* Arroz: Rico en fibra y vitaminas del grupo B. Estimula el sistema inmunológico y favorece la digestión.

* Brécol: Rico en calcio, vitamina C y fibra. Propiedades anticancerosas.

* Castaña: Alimenticia, activa el intestino y alivia los riñones.

* Caqui: Nutritivo y antidiarréico.

* Cebolla: Espectorante, ideal para el tratamiento de bronquitis. Anticancerígena.

* Cereza: Antiácida, combate indigestiones, anemia, gota y reumatismos. Además fortalecen la sangre, dan buen color y favorece la función renal.

* Chirimoya: Muy nutritiva.

* Ciruela: Estimula el hígado e intestino. Tiene propiedades laxantes y purificadoras.

* Dátil: Aumenta el calor orgánico y la energía nerviosa. Muy nutritivo.

* Durazno: Laxante, diurético y alcalino.

* Frambuesa: Calma la excitación nerviosa y purifica la sangre.

* Fresa: Refrescante, diurética, laxante y disolvente del ácido úrico. Las fresas además de su aroma y gusto exquisito tienen propiedades antigotosas y vermífugas. Las especies silvestres disuelven las concreciones articulares del ácido úrico. Quien cultive fresas y desee darles un sabor asilvestrado, que esparza agujas de pino alrededor de la planta.

* Gérmen de trigo: Su alto contenido en selenio retarda las señales de envejecimiento.

* Guindas ácidas: Alcalinizan la sangre.


* Granada: Antidiárreica.

* Higos y brevas: Tónicos, laxantes y purificadoras del pecho y pulmón.

* Huevo: Contiene vitamina A, D y B, hierro y proteínas. En España consumimos 10.000 millones de huevos cada año. Hay que tener cuidado con los huevos de granja. Los antibióticos y tranquilizantes suministrados en ocasiones a las gallinas de granja se trasmiten a sus huevos. Por otra parte, desde finales de los 80, los criadores utilizan harinas cárnicas para alimentarlas, a las que se añaden carotenoides para dorar las yemas y arsénico para evitar parásitos.

* Kéfir: Favorece la circulación, el sistema nervioso, equilibra la flora intestinal.

* Kiwi: Contiene 8 veces más vitamina C que el limón.

* Leche: Rica en calcio. Sin embargo, hay que tener cuidado con la leche industrial. La picaresca de los empresarios sin escrúpulos no tiene límites. Añadir agua a la leche es un fraude fácilmente detectable. Algunos prefieren adulterarla con orín de vaca, ya que sus moléculas son similares a las de la leche.

* Levadura de cerveza: Favorece la digestión, embellece la piel y ayuda al corazón a mantenerse en forma. Refuerza las defensas del organismo. Previene la anemia.

* Limón: Desinflamantes y purificadores. (Bajan un poco la tensión). Es desintoxicante, astringente y desinflamante.

* Manzana: Antiácida, activa el hígado y disuelve el ácido úrico. Se recomienda en afecciones del estómago, vejiga y riñones. Reduce el colesterol.

* Melocotón: Es la fruta más importante para los que padecen cáncer.

* Melón: Nutritivo y laxante. Se utiliza en casos especiales como emoliente, laxante y diurético. Está recomendado en nefritis y afecciones del hígado.

* Mosquetas: Fruto de rosas silvestres. Son estomacales, diuréticas y purificadoras de la sangre.

* Naranja: Alcaliniza la sangre, activan el intestino y disulven el ácido úrico. Es tónica, sedativa y purificadora. Se recomienda para las mujeres embarazadas.

* Níspero: Antiácido, laxante y anticatarral. Antidiarréico.

* Nuez: Posee la propiedad de eliminar de nuestro cuerpo todas las toxinas y de hacerlo refractario a la acción de muchos venenos.

* Pasas: Activan la combustión orgánica, van bien para el cerebro, la memoria y el riñón.

* Plátano: Alimenticio y laxante.

* Pera: Diurética, digestiva y purificadora de la sangre.



* Polen: Recomendado para la depresión, anemia, hipertensión y fatiga mental.
* Pomelo: Además de diurético es estomacal.

* Sandía: Refrescante y diurética. Está recomendada en los infectados de blenorragia, gonorrea y sífilis.

* Soja: Ayuda a prevenir el cáncer de mama, colon y próstata. Disminuye los niveles de colesterol en sangre.

* Tomate: Laxante y antiartrítico.

* Uva: Evita el extreñimiento y descongestiona el hígado. Previene el cáncer.

* Vino: Disminuye el riesgo de ataques cardíacos. Un vaso de vino con la comida protege contra algunas intoxicaciones alimentarias.


 ALIMENTOS RECOMENDABLES

Todo tipo de frutas, pero tenga presente que es preferible no mezclarlas. Sobre todo no coma juntas frutas dulces y frutas ácidas. Las populares ¿ensaladas de frutas? son mezclas incompatibles que pueden causar acidez y gases.

Legumbres y vegetales. Calabaza (se le atribuyen efectos rejuvenecedores), calabacín, tubérculos (batata o boniato, yuca, ñame, ocumo, etc.) col o repollo, coliflor, brócoli, judías verdes, guisantes, acelgas, espinacas, hojas de pira (amaranto o bledo), hojas de mostaza, nabo, apio, remolacha, pepino, cebollas, berro, pimientos, alcachofas, espárragos...

Leguminosas. Arvejas (son las más recomendables por ser remineralizadoras y depurativas), frijoles, lentejas, garbanzos, habas, cacahuete. Para evitar los gases se recomienda ponerlos en remojo, lavarlos bien y cubrirlos con un trapo mojado, dejandolos hasta el día siguiente en que ya estarán listos para empezar a germinar y es cuando se pueden cocinar, tras haberlos lavado de nuevo

Cereales integrales. Trigo, pastas de harina integral, arroz, maiz, cebada, avena, soja, millo, centeno.

Nueces y semillas. Avellanas, almendras, nueces, pistacho, sésamo, girasol, coco, linaza.

Azúcares. Melaza de caña, panela de papelón, jugo de caña, miel de abejas, azúcar natural de las frutas.

Condimentos. Comino, orégano, tomillo, romero, salvia, mejorana, laurel, albahaca, perejil, cilantro, eneldo, cebolla, cebollín, ajo, jengibre, cúrcuma, semillas de mostaza, semillas de anís, clavo, canela, azafrán, pimienta negra, onoto, ají dulce, sal con apio, hojas de menta, hierbabuena, etc.

Alimentos que matan

"La mesa -decía De Maistre- ha matado más gente que las guerras". Los consumidores estamos seriamente expuestos a ser víctimas de los fraudes y adulteraciones que, con demasiada frecuencia, se llevan a cabo en el proceso de producción y comercialización de los alimentos. La causa de muchas enfermedades reside en la codicia de la industria alimentaria y la negligencia o pasividad de las autoridades sanitarias. En la memoria de todos están casos como el del síndrome tóxico, atribuido al aceite de colza desnaturalizado, que se cobró 1.200 vidas y dejó inválidas a más de 4.000 personas en España.
Paradójicamente, es en los países más desarrollados donde se comete el mayor número de delitos contra la salud pública. En Estados Unidos, 60 millones de personas son atendidas cada año en urgencias con síntomas claros de intoxicación alimentaria: diarreas incontenibles, dolores y calambres abdominales, náusas, vómitos, sudoración... Para el Centro de Prevención y Control de Enfermedades (CDC), los alimentos adulterados o en malas condiciones son la causa de 9.000 fallecimientos anuales.
En España, el Ministerio de Sanidad reconoce que, año tras año, cerca de 15.000 personas resultan intoxicadas por el consumo de alimentos adulterados o en mal estado de conservación. Salmonelosis y botulismo son los casos más frecuentes. Si bien es cierto que la mitad de los casos de intoxicación se producen por una incorrecta manipulación de los alimentos en el hogar, el resto, es decir, la otra mitad de los casos, corresponde a alimentos adulterados durante el proceso de producción y comercialización, resultando los consumidores víctimas inocentes e indefensas. Éstas son algunas de las principales amenazas que se ciernen actualmente sobre la salud de los consumidores:

ADITIVOS. A menudo consumidos de forma inadecuada, los conservantes, colorantes, antioxidantes... han provacado numerosos casos de intoxicación colectiva. Muchos aditivos pueden ser tóxicos o peligrosos para la salud a pesar de que estén autorizados (ver en éste mismo número de Natural la "Guía de aditivos" que publicamos). Otros aditivos han sido prohibidos pero aún son utilizados de manera clandestina.

ALIMENTOS TRANSGÉNICOS. En diciembre de 1996 los productos transgénicos comenzaron a invadir los supermercados españoles y europeos. Maiz, soja, tomates y otros alimentos manipulados genéticamente pueden generar nuevas toxinas y alérgenos.
Con ellos se preparan el 60% de los productos que se venden en supermercados: cerveza, galletas, margarina, chocolates, alimentos infantiles, productos dietéticos...
Erwin Chargoff, a menudo mencionado como padre de la biología molecular, advierte que la tecnología de ingeniería genética supone un peligro aún mayor que la tecnología nuclear y que fácilmente puede llevar a un "Auschwitz molecular". "Yo tengo la sensación de que la ciencia ha transgredido una barrera que debería haber sido respetada..., no se puede parar una nueva forma de vida una vez liberada en el medio ambiente. Te va a sobrevivir, como a tus hijos, y a los hijos de tus hijos. Semejante ataque a la biosfera es algo tan radicalmente nuevo, tan inimaginable para las generaciones anteriores, que yo sólo desearía que la mía no hubiera sido culpable de ella." Las multinacionales de ingeniería genética intentan vendernos sus productos como naturales aunque no son sino alimentos artificiales, cada vez más alienados desde su origen, y esto cuando en la Unión Europea y en los países industrializados existen excedentes de productos lácteos, de carnes, verduras y frutas "naturales". ¿Queremos realmente consumir alimentos de diseño de escaso valor gastronómico y cuyos posibles riesgos para el medio ambiente y la salud son aún desconocidos?

BACTERIAS. La presencia de Salmonella y Campylobacter en los alimentos puede provocar enfermedades diarréicas y gastroenteritis. En Europa se ha multiplicado en los últimos años el uso de antibióticos en las granjas para producir un engorde artificial de las aves de corral. A consecuencia de ello, en España el 80% de los pollos son portadores de Campylobacter. En el Reino Unido, el 30% de los pollos tiene Salmonella.
La Escherichia coli 0156 está causando estragos entre los consumidores de hamburguesas. Sólo en los Estados Unidos cada año enferman 20.000 personas, de las que 250 mueren irremediablemente.
Algunas conservas y alimentos enlatados contienen Clostridios, bacterias responsables de numerosos casos de botulismo, enfermedad que puede desencadenar la muerte por parálisis de los músulos respiratorios.
Frutas, verduras, hortalizas, lácteos y alimentos procesados a veces contienen Listerias, bacterias que pueden provocar abortos espontáneos y meningitis.

Las Estafilococos presentes en carnes tratadas, pescados, lácteos y natillas pueden producir náuseas, vómitos, espasmos, diarrea, dolor de cabeza y fiebres intensas.
GRIPE AVIAR. Procedente de Hong-Kong, el virus H5N1 sigue ocasionando numerosas víctimas mortales pese a que más de 1.500.000 pollos infectados han sido ya sacrificados.
HORMONAS. Las carnes tratadas con hormonas pueden provocar intoxicación leves, palpitaciones, dolor de cabeza, temblores, alteración de las funciones hepáticas. Los efectos a largo plazo son desconocidos. El sistema nervioso, la cabeza, el hígado y el sistema motriz pueden resultar perjudicados. En España, aún son frecuentes los casos de utilización ilegal de Clembuterol.

METALES PESADOS. Muchos pescados y frutas pueden contener metales pesados. 3.000 personas resultaron afectadas y 115 fallecieron a consecuencia de la enfermedad de minamata. Comer pescado contaminado con mercurio puede provocar la muerte. El mercurio se acumula de por vida en el organismo.
El exceso de plomo provoca anemias, problemas digestivos, degeneración del sistema nervioso y dificultades para concentrarse y memorizar.
El cadmio provoca osteoporosis, desmineralización de huesos, diarreas y dolor de riñones.
El cobre en exceso en las frutas puede provocar ansiedad, depresión, irritabilidad, hipertensión, migrañas, anemias y anginas.

PESTICIDAS Y PLAGUICIDAS. Sus residuos, presentes en frutas y verduras, afectan al cerebro, hígado y sistema reproductivo. Se acumulan en el tejido adiposo. Algunos investigadores relacionan la disminución de la calidad del esperma que se ha constatado durante la segunda mitad del siglo XX con el uso de estas sustancias. Según el estudio realizado por el Rishospital de Coopenague publicado en la revista médica "The Lancet", los hombres que sólo consumen alimentos biológicos, no tratados con plaguicidas y pesticidas, tienen un promedio de un 43% más de espermatozoides que los que ingirieron comida convencional.

PVC. El cloruro de polivinilo que se utiliza en la fabricación de botellas de agua mineral puede resultar cancerígeno. Un pequeño error de fabricación en el envase bastaría para provocar afecciones al pulmón, hígado y cerebro.

RADIOACTIVIDAD. Las fugas radioactivas contaminan los alimentos. Durante años, en un área de muchos kilómetros cuadrados en torno a Chernobil, la población ha estado privada del consumo de leche y otros alimentos irradiados. A veces se producen fugas radioactivas que son silenciadas por las autoridades, como ocurrió este mismo año en el sur de España, en las instalaciones de Acerinox. La nube tóxica fue detectada en Italia y Suiza. El exceso de radioactividad en las frutas causa leucemia, cáncer, cataratas, envejecimiento prematuro y malformaciones genéticas.

VACAS LOCAS. La enfermedad de Creutzfeldt-Jacob sobreviene tras ingerir carne o vísceras de vacuno infectado por la encefalopatía espongiforme. Desde 1988, casi un millón de reses han incubado la enfermedad en Gran Bretaña, Francia, Alemania, Portugal, Holanda, Bélgica, Suiza e Irlanda. Expertos de la O.M.S. auguran que en 10 ó 15 años se producirá una auténtica epidemia del mal de las vacas locas en seres humanos.
En España, 856 personas podrían desarrollar la enfermedad al haberles sido administrado un medicamento, el American Pulmonate II, que fue desarrollado en Gran Bretaña con plasma de un donante infectado.
 ALIMENTOS NO RECOMENDABLES

Harinas refinadas. Las vitaminas, minerales, proteínas y fibra que contienen los granos de las que proceden les son extraidos en el proceso de refinamiento. Lo que usted compra es almidón; aunque le agreguen vitaminas, (irónicamente, primero le extraen las naturales y luego le ponen artificiales), éstas no son asimilables por el organismo en la misma forma que las del producto natural.

Azúcar blanca. Tiene un altísimo contenido en calorías y ningún valor alimenticio. Las vitaminas del complejo B, calcio, hierro y minerales de la caña de azúcar le son extraidas durante el proceso de refinamiento, proceso en el cual se utilizan sustancias químicas como el ácido fosfórico, sulfito de calcio, carbonato de sodio y otras. Para poder ser asimilada por el organismo despoja a éste de grandes cantidades de vitamina B y calcio, por lo que provoca caries dentales, problemas óseos, avitaminosis y toda una serie de trastornos colaterales.

Aceites y grasas refinadas. Son productos desnaturalizados sometidos a procesos como el de la hidrogenación, que consiste en emplear un catalizador de níquel calentado para meter el hidrógeno en los átomos de carbono del ácido linolénico. Esto impide que el aceite se ponga rancio fácilmente y así puede venderse sin problemas de almacenamiento para beneficio de fabricantes y comerciantes, se elimina sabor y olor, se clarifica y se ofrece un producto final casi transparente. La hidrogenación destruye los ácidos grasos esenciales.

Productos enlatados. Piense en los meses o años transcurridos desde la elaboración de los preparados que usted compra en lata. Aparte de eso, a la mayoría se le añaden conservantes y aditivos químicos y el envase, la lata en sí, puede sufrir deterioros o alteraciones que afectan al producto.

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